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- Constelaciones

La constelación de Andrómeda

Iniciamos el recorrido por los cielos otoñales en la constelación de Andrómeda, una constelación septentrional que alcanza su máxima altitud, y por lo tanto el mejor momento para su observación, a finales de verano y comienzos de otoño.

Es una constelación bastante grande (recordemos que las constelaciones son en realidad «parcelas» del cielo, no líneas imaginarias que unen estrellas) y abarca unos 721 grados cuadrados. En ella encontramos galaxias, cúmulos y alguna nebulosa planetaria interesante.

mapa de la constelación de Andrómeda
Mapa de la constelación de Andrómeda.

Estrellas y galaxias en Andrómeda

Las tres principales estrellas de esta constelación son: Alpheratz, Mirach y Almach (esta última podemos encontrarla escrita también con los nombres de Almaak o Alamak). Cuando empezamos a estudiar las constelaciones nos sorprende que Andrómeda está unida a Pegaso en la mayoría de las representaciones. El nexo sería Alpheratz, la más brillante y de color blanco-azulado. Aunque ambas constelaciones comparten esta estrella se considera que pertenece a la primera.

La segunda estrella más brillante es Mirach, una gigante roja y que tomaremos como referencia marcando un ángulo de 80º con respecto a Alpheratz para encontrar el objeto de cielo profundo más majestuoso del hemisferio norte, la Galaxia de Andrómeda (M31).

La Galaxia de Andrómeda (o Gran Nebulosa de Andrómeda) es el objeto más lejano observable a simple vista por la mayoría de las personas (en cielos excepcionales personas con una visión muy buena pueden llegar a ver a M33). M31 es quizá también una de las primeras galaxias que cualquier aficionado a la astronomía haya observado a través de un telescopio lo que la convierte en un objeto celeste fácilmente reconocible.

galaxia de Andrómeda en la constelación del mismo nombre
M31, Galaxia de Andrómeda. Dibujo basado en observación (izquierda) y astrofotografía (derecha)

Se trata de la galaxia más cercana a nuestra Vía Láctea si exceptuamos a nuestras galaxias satélite. Andrómeda, la Vía Láctea y la Galaxia del Triángulo forman el denominado «grupo local».

No debemos dejar pasar por alto M32 y M110 galaxias compañeras de la Galaxia de Andrómeda que pese a su brillo quedan eclipsadas por la belleza y majestuosidad de M31. La visión de este objeto a través de un telescopio de gran abertura no dejará indiferente al observador y en la mayoría de los casos sorprenderá que la galaxia no cabe entera en el campo del ocular.

NGC891, NGC404 y NGC7640 completan el repertorio de galaxias en esta constelación. NGC891 es una galaxia espiral, muy similar a nuestra Vía Láctea, que observamos de canto. En ella se han estudiado unos grandes filamentos de polvo eyectados cientos de años luz por encima y por debajo de la banda central. y que muy probablemente fueron expulsados del disco por explosiones de supernovas o por una importante actividad de formación estelar. 

NGC404 es una pequeña galaxia lenticular conocida con el sobrenombre de «fantasma de Mirach» por encontrarse muy próxima a esta estrella (Beta Andromedae). El brillo de la estrella hace muy complicada la observación de la galaxia y supone un reto interesante para el observador.

mirach fantasma
NGC 404 o Fantasma de Mirach. Imagen de Robert Eder.

NGC7640 por su parte es una espiral bastante desconocida por los aficionados que se encuentra a menos de 4 grados de la nebulosa planetaria NGC 7662 (Bola de nieve azul). Tiene un brillo superficial reducido que requiere cielos oscuros pero que la situa dentro del alcance de los telescopios de medio tamaño.

Finalmente, trazando una línea imaginaria desde Alpheratz a Mirach y más o menos a la misma distancia nos encontramos a Almach que con un pequeño telescopio podremos resolver como un sistema doble.

Cúmulos en la constelación de Andrómeda

Además de la majestuosa Galaxia de Andrómeda y sus compañeras encontramos 3 cúmulos en las proximidades de la constelación de Andrómeda:

NGC7686: Se trata de un cúmulo abierto con componentes bastante brillantes y atractivo a la vista incluso con instrumentos sencillos. Destacan 10 componentes de color amarillo, de las cuales 3 son especialmente brillantes.

NGC752: Cúmulo abierto con un diámetro aparente de casi 1º (casi el doble que la Luna) es fácilmente localizable. Contiene unos 75 miembros de los cuales la estrella SAO 55138 destaca por tratarse de una gigante roja que parece no encuadrar junto al resto de componentes mucho más jóvenes.

NGC956: Es un pequeño cúmulo abierto bastante pobre con unas 30 componentes.

7662 C14

NGC7662: Nebulosa planetaria conocida como «Bola de nieve azul». El color azulado se explica por una intensa emisión de oxígeno. La estrella central es una estrella variable que oscila entre magnitud 12 y 16. NGC7662 es relativamente asequible para equipos amateur incluso desde cielos semiurbanos.

Estrellas dobles

Los aficionados doblistas también encontrarán entretenimiento en la constelación de Andrómeda. Podemos empezar por la propia Gamma Andromedae (Almach), considerada como una de las más bonitas del cielo.

STF3042 es una bonita pareja con componentes color azul y crema. Hay una tercera componente más alejada de color anaranjado. STF24 por su parte es un dueto de brillo similar formado por una componente azul y otra amarilla. Pi Andromedae, STF47 y STF79. Para disfrutar de éstas y más estrellas dobles os recomiendo que os paséis por este artículo del blog «La Orilla del Cosmos»

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Autor: Roberto Ferrero

Roberto Ferrero es miembro de las agrupaciones astronómicas Madrid Sur y AstroHenares. Astrofotógrafo desde el año 2009, sus trabajos han sido publicados en varias revistas especializadas como "Astronomía", Sky&Telescope y Astronomy, además ha contado con varias publicaciones en el AAPOD. En 2020 fue el ganador del V Concurso Internacional de Astrofotografía de Calar Alto. Monitor de astroturismo, divulgador FAAE y responsable de Turismo Estelar, portal web de turismo astronómico.
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